29 abr 2011

Últimas notas de Thomas F. para la humanidad



Ayer recogí en la biblioteca el último libro que nos han propuesto para el taller de lectura del próximo martes. Estuve a punto de no llevarmelo por las malas vibraciones que me transmitió (Una portada fea y un resumen en la contraportada muy poco apetecible). Me lo llevé finalmente por curiosidad y porque sólo eran 125 pags.

Me lo he leído del tirón, muy entretenido y ágil.El protagonista y narrador es un octogenario con bastante mala leche, sabio y lúcido. Creo que merece la pena leerlo, no es habitual ver el mundo desde la posición de un anciano.

El autor es Kjell Askidsen, noruego nacido en 1929. Por lo que he visto, lo poco publicado en España de él es de la editorial Lengua de trapo.

28 abr 2011

La papilla

Andá. ¿Quiénes serán estas? ¿Las conozco? No, no estoy segura. Aquí siempre hay un montón de familia. No sé si ellas. ¿Tías abuelas? ¡Huy que raro! ¿Qué será eso? Por mi vale, mientras que no me achuchen demasiado.
Están diciendo tonterías. ¿Que junte las manos? ¿Qué es esto de palmas palmitas, higos y castañitas? ¿Y turrón? Que palabra tan difícil. No entiendo nada, serán cosas de mayores ¡Cuidado que son complicados!. Ya está bien de palmotear que yo tengo hambre. A ver si se dan cuenta de que es mi hora. ¡Que no puedo esperar! Soy un bebé. ¡Necesito a mamá! ¡Ah! ya está aquí, con esa cosita que me pone en el cuello. Hum, que bien huele. Trae el platito de la papilla a rebosar, tendré que comer todo para ver a Winnie de Poo en el fondo.
¡Jó, me ha puesto en los brazos de la tía nueva! Mami, yo quiero que me des tu la comida, esta no sabe. Vaya lío. Glu glu glu. ¡No tan aprisa que me ahogo! !Está rica! ¡Eh! ¡Que te llevas la cuchara sin rebañar! Si que estoy lista. No, no tiene mucho arte la tía Mary, pone interés, se nota, pero experiencia. ¡Que esto es la nariz! ¡Pero dónde vas con la cuchara! ¡Claro! Me tienes sentada del revés y no sabes donde está la boca! Vaya día. Glu glu glu. Ahora parece que va mejor, ya sabe por donde como. ¡Pobre! Me ha puesto la cara rebozada de papilla. Glu, glu... ¡Agua! ¡Que me ahogo! Un sorbito. ¡Ah! Gracias mami, estás en todo.¡Uf! Que rato he pasado. ¡Sí! ¡Ahí está! W Winnie de Poo. Ya hemos terminado. ¡Venga! Límpiame y ahora un airecito con ruido. ¡Pero tía! Yo de pie, y me das golpecitos en la espalda. Ni idea, no tiene ni idea. ¡Mamáaaaaa! Ya, ya, me he quedado a gustito. Que bien te dejan estos ruiditos. Debe ser maja la tía. Hace lo que puede. ¡Hala! Ahora a dormir. Me pones en el cuco y nos liberamos las dos.
Pero. ¡Alguien tendrá que cambiarme primero? Hasta yo me huelo y esta sin enterarse.¡Guá guá guá! Ahí viene la abuela a rescatarme. Ella si que sabe. Pantalones fuera y caquitas fuera. Esto es vida, limpita y desnudita ¿Por qué no me dejarán así todo el tiempo? Con lo bien que se patea. ¡Eh! ¿Qué pasa con el talco y la cremita? ¿Dónde están? Así, así. ¡Muy bien! Y ahora la colonia. ¡Gracias abu!
¿Otra vez esta? ¡Que manía! ¿Manzanita yo? ¡Ahí va! La tía muerde. Ha sido pequeñito. No, no me ha molestado, casi me dio gustirrinin. Yo quiero dormir. Eso, en brazos de mi abuela, está tan mullidita y huele tan bien. Me estoy quedando frita. Mi osito ¿Dónde está?
Cuatro angelitos tiene mi cama...

27 abr 2011

La noche de los libros

Como no hay uno sin dos, vuelvo por aquí. ¡QUE HOY ES LA NOCHE DE LOS LIBROOOS!
Para mí casi todas las noches son de los libros, pero bueno, eso es otra historia.
Pues eso, buen momento para comprar un librito. Yo me voy a intentar acercar a la librería Rafael Alberti. Va a estar por allí ¡Vila-Matas!. Mal se me tiene que dar, y mira que en estos tiempos se me están dando muy mal, para que no me firme algo. Y luego, fútbol. Lo cortés no quita lo valiente.



Hasta pronto

Cómo hacer un best-seller

Hola amigos:
Como veo que la zarigüeya empieza a oler a muerto, la pobrecita, pongo esta entrada con algo muy interesante. Se trata de un reportaje emitido en La 2, en La noche temática, titulado "Best-seller a cualquier precio".
Cuenta, en boca de escritores y editores, qué se supone que ha de tener un libro para ser un best-seller.
¿Sabíais que incluso hay talleres de escritura especializados en cómo escribir un best-seller?, no sé qué coño hacemos nosotros en el nuestro...
No puedo incluir el video aquí, la web de RTVE no lo permite. Os indico el link por si lo queréis ver. Es muy entretenido.

http://www.rtve.es/alacarta/videos/la-noche-tematica/la-noche-tematica-best-seller-a-cualquier-precio/1081680/

Un abrazo.

10 abr 2011

Elogio del arte de Vargas Llosa


¡Hola, Zarigüeyos! Aquí esta el tío Hyeronymus, para recomendaros una obra que no debéis dejar de leer por el preciosismo que destaca. Se trata de "Elogio de la madrastra" de Vargas Llosa. Es el inicio de lo que serían después, "Los cuadernos de don Rigoberto". En esta novela existe la atracción de un niño por su madrastra, y está lleno de erotismo. Ni una palabra malsonante, cada capítulo está escrito con sensualidad y elegancia; además de los perfiles de los cuatro personajes que forman la novela: Lucrecia, Rigoberto, Fonchito y Justina. Todo gira hacia la seducción, y está regado de comentarios cultos, y óleos en donde se narra la historia de los deseos de los cuatro personajes principales. Se lee con interés, y su redacción es esmerada. Vargas Llosa ha creado, hace mucho tiempo, escuela; pero su arte se siente en cada palabra y en cada frase. El tema es, quizás el deseo, más que el amor, que también lo hay. Está tan bien estructurada la obra, que el final es sorprendente, pero es el esperado. Y hay más, utiliza el recurso de los vasos comunicantes, en donde hay diálogos entrecruzados entre sí, además de una maestría en el uso del estilo indirecto libre. Esta novela no es soez, y el sexo está tratado con respeto y sensualidad. Pero no hay duda de que resalta el amor, por encima del deseo. Leerlo ha sido fascinante.

5 abr 2011

ENSUEÑO

El lugar preferido de toda la casa era su habitación. Cecilia ya no se consideraba una niña, tampoco un adulto, no sabía cómo definirse. Lo que más le gustaba, cuando estaba en casa, era tumbarse en su cama, no hacer nada, dormitar entre sus peluches. Se acostó abrazada a su dinosaurio, estaba relajada, era feliz. Domingo, acababa de comer y se encontraba cansada. Cerró los ojos, al rato notó como el colchón comenzó a elevarse muy lentamente. Sintió que subía, se movía hacia un lado y hacia delante. Notó como se desplazaba y salía de su habitación, traspasando la pared y la ventana. Apreció el aire de la calle sobre su cara, la temperatura era buena, debía estar nublado porque no notó el sol sobre su piel. Se iba elevando suavemente, sintiendo algo de vértigo en la ascensión. Decidió no abrir los ojos y seguir disfrutando de esa sensación. Oía el ruido del tráfico, cada vez más lejano, también algún ladrido de perro. Qué sensación tan agradable, flotar. Se quedó adormecida. Abrió los ojos y se sentó en la cama, todo era blanco a su alrededor, como algodón, mullido y cálido. De algún lugar llegaba luz, no mucha, pero suficiente para ver su colchón, sus sábanas y sus peluches desparramados. Los muñecos de trapo hasta entonces dormidos a su alrededor, comenzaron a desperezarse, se sentaron, alguno correteaba sobre la cama, saltaban, el osito marrón cayó hacia atrás y desapareció entre el algodón, detrás el dálmata tratando de sujetarle. Cecilia se angustió tratando de atrapar a todos los peluches pero el colchón se balanceaba y más de sus preciados animales se iban cayendo al vacío. Mientras se agarraba a las sábanas, les chillaba que se estuviesen quietos, que se sujetasen, trataba de capturarlos. Abrió los ojos muy asustada, cuando se despertó el dinosaurio todavía estaba allí, bien aferrado a sus brazos.

4 abr 2011

YA TENEMOS SALA PARA EL TALLER


¡¡Atención, Zarigüeyos!!

Buenas noticias: ya tenemos sala para continuar con nuestra autogestión del Taller de Escritura. Se me acaba de confirmar que la Sala Multiusos la podremos usar este Jueves, 7 de Abril, y en adelante. Además, Manolo, uno de los Jefes de la Biblioteca, me ha informado que nos pondrá una Hoja de Asistencia, con nuestros nombres y teléfonos ( o móviles), que deberemos firmar. A esto hay que añadir el esfuerzo de Lupe, que escribió un correo a Victoria, que es la responsable, en este caso, de cedernos la Sala Multiusos. Esto significa que es posible que nos la permitan usar durante los días siguientes, y los meses, también, mientras no tengamos idea de si el concurso ha dado sus frutos. Por lo demás, hemos de agradecérselo a Victoria, que, seguramente, habrá tenido que lidiar con la Jerarquía, y que ha confiado en nosotros. De todas maneras, llamaré mañana a Victoria, para agradecérselo, y también la flexibilidad de su cometido, que ha accedido a nuestra petición.

Y, bueno, que antes de asistir al Taller, no olvidéis supermineralizaros y supervitaminaros (como Super Ratón) y dar las gracias, sobre todo, a Lupe, que, en estos momentos, está de vacaciones.

Os esperamos.

3 abr 2011

Un club especial


Esta novela me sorprendió, después de buscarla por la Biblioteca. El club de los optimistas incorregibles, del sesentón Jean-Michel Guenassia, que ha conseguido el Premio Goncourt de las Artes, que es como el Planeta, pero más honesto. Guenassia nos habla de la posguerra en Francia, de los exiliados, de los inmigrantes que buscan refugio en un país, huyendo de la persecución, pero, también huyendo de sí mismos y de su pasado. Esta extensa novela (unas seiscientas y pico de páginas) no es un bestseller. Ha tenido éxito, pero no es comercial. Es pura literatura, y hoy, que es Domingo, terminé su lectura. El protagonista es Michel Marini, un crío que va creciendo, y que es testigo de las historias dentro de la novela, de una cincuentena de personajes, entre redondos personajes y planos o anecdóticos. Michel se da cuenta de que las personas huyen de las dictaduras, porque, además de no poder respirar, carecen de todo apoyo y libertad. Eso sí, la novela es como un "masaje en el cerebro", como dejó subrayado Jose, cuando comentaba otra, en el Club de Lectura. Y es cierto, te engancha, porque hay intriga, misterio, aventura, en la narración de un crío que madura en la adolescencia a golpe de equivocarse siempre, pero siempre, tratando de arreglar lo que estropea (que, llegado el caso, no ha estropeado nada, sólo hace amigos); el mundo de Michel Marini, se derrumba cuando su hermano Franck se enrola en el ejército francés, y luego deserta. Esto provoca que su familia se desestabilice, dando lugar a un divorcio, por un préstamo de unos Bonos del Tesoro, al hijo desertor. Su padre le dice: "-las cosas son así, y no pueden ser de otra manera", resume el tema de la novela. Pero Michel sabe que hay otras soluciones, y nadie cuenta con él. Tropieza con el Club, que es de ajedrez, cuando empieza a relacionarse con Leonid, Ígor, Victor, Gregorios, Lognon (agente infiltrado de la Policía francesa, durante el gobierno gaullista) y un sinfin de historias, vistas desde el prisma del joven Michel, que se busca a sí mismo, y encuentra en Sacha, a un verdadero amigo. No os cuento el final, porque, lo mejor, es leerlo. Es un empezar y no parar.

1 abr 2011

Nostromo: El cuento (relato corto)

Hola amigos:

Os incluyo el link al programa NOSTROMO de La 2. Es un programa sobre libros, literatura y escritores. Últimamente estaba más aburrido, pero este miércoles ha versado sobre el cuento, a lo mejor os interesa.

http://www.rtve.es/alacarta/videos/nostromo/nostromo-cuento-relato-corto/1060219/

hasta pronto

Dragón no es


Casio corría como si la vida le fuera en ello. Detrás lo perseguían los caballeros. Podía escuchar el tintineo metálico de las armaduras, y el canto de las pezuñas de los caballos. Al salir del bosque, dio con un precipicio, y debajo del mismo, un lago. La pared rocosa erizada de salientes puntiagudos, no auguraba su salvación. Dio con su cuerpo en el suelo, y se apartó el sudor, y se apartó el sudor con su ropaje descolorido. Los caballeros se acercaron, y lo rodearon. Sir LaGravanêre extrajo su espada con un sonido agudo de la funda. El acero resplandecía al sol. Los demás caballeros repitieron el gesto.

-Entregaos, gañán, y olvidaremos vuestra felonía. Os recuerdo, miserable, que lleváis desde infante a mi servicio.

-No, Amo. No robé esas joyas. Y si para demostrar mi inocencia he de morir, prefiero tirarme por esta embocadura.

-Déjaoslo, Casio. Será mi espada la que os salve del oprobio.

Casio se levantó. Respiraba con dificultad. Se lanzó a la carrera, y ante los ojos de confusión y sorpresa de los caballeros, se tiró por el precipicio.

Sir LaGravenêre comentó a sus pares: "Cómo véis, todos los esclavos que no son nobles, mueren como la piara de cerdos que, Nuestro Señor Jesucristo, los envió poseídos por los demonios". Sus pares sonrieron, y los cascos de los caballos dieron la vuelta.

Un resplandor blanco envolvió a Casio, sumergido en las frías aguas. Movió los brazos por instinto, urgiéndole el aire para los pulmones. Saboreó el agua de dulce a salada, mientras la temperatura se volvía más cálida. Las olas lo arrastraron a la orilla, al mismo tiempo que una roca negra, frenaba su cansancio. La roca negruzca se deshizo del escudero en la orilla. Casio permaneció desmayado hasta que el sol le secó sus ropajes.

El escudero se despertó en una playa de arenas blancas. Lo primero que vió, fue una serie de animales fabulosos que se le antojaron dragones de los antiguos Bestiarios que había hojeado en el Castillo, sin entender las palabras. Sólo las imágenes. A un pterodáctilo, lo creyó un dragón. Era enorme, como cuatro montañas. Un diplodoco, que se sumergía doscientos metros más allá, con su largo cuello, lo tomó por un dragón marino. El iguanodon, que descansaba con su hilera de crestas en su espalda, lo tomó por un dragón con varias alas. No había caído en el Paraíso, sino en el Infierno, pensó.

Casio se adentró en la jungla. Lo siguieron pequeños y rebeldes mimosaurios, emitiendo gritos de difícil localización. Lo siguieron en manada. Incluso hubo uno que intentó morderlo.

-¡Apártate, dragoncillo villano!-y lo golpeó en la espalda.

Casio salió corriendo, porque se acercaron en banda para atacarlo. Casio se había convertido en su improvisado alimento. El escudero aceleró la carrera, hasta que se subió, con cierta facilidad, a los enormes árboles. Decidió descansar. Se alimentó de los enormes frutos, que le supieron algo amargos, pero nutritivos, y cerró los párpados. Esperaba poner fin a esta pesadilla. No divisó a ningún humano por la espesura. No había ningún bípedo ni a cien metros. Sus ojos se cerraron.

Cuando se despertó, el dinosaurio todavía estaba allí.

MAMÁ ZARIGÜEYA

Había una vez una mamá zarigüeya que tenía muchos hijos. Vivían todos muy contentos en el bosque, donde había una casa de cristal, y un lago.

Los hijos eran muy traviesos, algunos muy charlatanes, otros hablaban poco, había uno que parecía estar siempre enfadado, otros eran muy divertidos y estaban siempre riéndose. La mamá los cuidaba mucho y estaba muy pendiente de cada uno de ellos.

Un día, que habían salido a dar un paseo, cuando volvieron a casa, el que se enfadaba, no quiso hablar en toda la noche y se metió en su cama sin cenar; nadie sabía qué le había pasado durante el paseo, pero la mamá que era muy lista, intuía que le sucedía algo. Intentó hablar con él, pero no consiguió nada.

Pasaron los días y seguía escondido en su cama y sin hablar con nadie. Todos se preocuparon por él.

La mamá pensaba cómo solucionar el problema; porque no comía, ni hablaba, tampoco jugaba con sus hermanos.

Un día, reunió a todos los hijos, les propuso que cada noche se turnaran para contar un cuento a su hermano.

Cada uno, iba a su cama y le contaba su cuento.


Cuando le tocó a la hermana más traviesa, entró en la habitación, se sentó en la cama y le dijo:

-Mira, ¡estoy harta de tí!, yo no te voy a contar un cuento. Si no me dices qué te pasa, te cuento una historia de miedo, donde los leones se comen los brazos de los niños, donde hay sangre y tripas por todos los lados.

-¡Noo, noo, por favor!

-Pues entonces, ¡dime qué te ocurre!

-El otro día, cuando salimos a pasear, vi a Manolito, el niño que vive en la casa de cristal, estaba jugando con un muñeco que yo no conocía, tenía una cabeza muy grande con la boca abierta, y una cola también muy grande, y con unas patas muy cortas, yo quise cogerlo y Manolito se enfadó, nos pegamos, cogí el muñeco y lo tiré al lago; entonces vino su mamá y me dijo: “¿Por qúe has tirado el dinosaurio al lago? ¡Como no me lo traigas, llamo a la policía y vas a la cárcel!”.

La hermanita le abrazó y llorando se quedó dormido.

Cuando despertó, el dinosaurio estaba allí.