—Yo me largo, no aguanto ni un día más en esta cárcel.
Al momento un coro de pequeñas voces inundó el desván, hubo varias toses hasta que una se alzó sobre las otras y después de un tímido carraspeo consiguió hacerse oír.
—Y tú ¿Dónde dices que te vas? ¿Qué tontería tan tonta se te ha ocurrido? ¿Estás colgado o se te ha averiado el programa ?
El soldadito de plomo hablaba desde su pequeña caja de cartón asomando su cabeza por encima de la estantería con gran riesgo de perder el equilibrio. Llevaba años allí, olvidado desde que perdió una de sus piernas en alguna escaramuza que no conseguía recordar, esta minusvalía le había vuelto temeroso y por consiguiente no podía entender que alguien se atreviera a abandonar el único hogar que todos ellos conocían.
—Me voy porque quiero conocer mundo, y además esta noche vienen los Reyes Magos y traerán mas juguetes a Oscarito, que casi me tiene olvidado y estoy cansado de no hacer nada, pues hace tiempo que no juega conmigo. Soy un perro robot antiguo y ya “no molo” como dice él. Mi tiempo se acaba, tengo que irme antes de que mis circuitos se deterioren por completo, antes de que me convierta en un inútil objeto inanimado. Lo siento, os echaré de menos.
Terminado el discurso T-Dog movió el rabo de izquierda a derecha y de un golpe seco cerró la boca. Un coro de murmullos acogió el final de la larga perorata, solo una voz pequeñita y suave se dejo oír.
—Yo que tu no me movería de aquí, aunque estamos aburridos tenemos un techo que nos resguarda del frío y del calor y después de todo no se está tan mal sin hacer nada. Aun recuerdo como si fuera una pesadilla cuando Sonia jugaba conmigo. ¡Si supierais la de veces que intentó sacarme los ojos! Y los tirones de pelo que me daba cada vez que me peinaba. Es más, tengo algunas calvas desde entonces, con deciros que me alegré el día que me sustituyó por una cursi embarazada que cuanto más la tiran del pelo más le crece. Y para colmo, la tonta se hace pis cada dos por tres...
─Ñoña, tu es que eres un poco ñoña. Yo si pudiera me iría con T-DOG, pero estoy desinflado y en estas condiciones no ruedo nada, nada ¡Ay lo feliz que era cuando Oscarito me molía a patadas!, lo que daría ahora por volver a rodar en la hierba fresca del jardín, pero desde que le regalaron el ordenador, yo creo que se ha olvidado de jugar. ¡Está todo el día sentado!
—Si ,en eso tienes razón, yo también sería feliz arrastrándome por el césped, desactivando minas del enemigo o plantando mi bandera en lo alto de la caseta del perro.
—Menos lobos, que ya sabemos de tu valentía.
— ¿Qué, que quieres decir inmundo peluche? ¡Que sepas que perdí mi pierna en una batalla ganada al enemigo y que desde entonces me retiraron con todos los honores a esta caja de cartón para que descanse. En cambio tú ¿Qué ha hecho un oso gordo como tú aparte de dormir con bebés y niñitas toda la vida?. Cuerpo de oso bravo y alma de gallina...eso es lo que eres.
─Chicos, dejaros de peleas. Cada uno es lo que es y ha sido lo que ha sido, todos hemos hecho felices a nuestros niños en algún momento y eso es lo que cuenta, pero yo me diferencio de vosotros en que no me conformo con haber sido útil un corto periodo de mi vida, yo tengo la suerte de ser un diseño muy sofisticado para los tiempos en que me construyeron, me dieron inteligencia para decidir y la voy a utilizar antes de que sea demasiado tarde, pues me temo que esta noche llegue algún nuevo juguete más completo que yo y al final me tiren al cubo de reciclaje... Y os advierto que tarde o temprano a vosotros os pasará eso si continuáis en esta casa. Ya casi no caben más cosas en este desván, los juguetes del año pasado los traerán aquí para dejar sitio a los nuevos y tendrán que deshacerse de nosotros. Yo no pienso consentir que eso me ocurra, quiero probar a vivir una vida de perro de verdad, quiero aprender de ellos, sentir como ellos, me muero por mear en un árbol como ellos. Kira, la snauffer, me enseñara todo esto, se viene conmigo, también está harta de que nadie juegue con ella. Oscarito la ha olvidado hace tiempo, ni siquiera la saca de paseo, y tiene miedo de que algún día la abandonen en cualquier cuneta, dice que la caseta ya no es su hogar que ya no se siente querida ni siquiera útil. Por eso nos vamos juntos ¡Nos esperan grandes aventuras!
Un aluvión de comentarios cerró el discurso de T- Dog, mientras este, impasible y con paso seguro se dirigió a la puerta del caótico desván, con una de sus patas inteligentes la empujó y antes de desaparecer se volvió, miró por última vez a sus compañeros y susurró..
—Adiós amigos. Fue bonito conocerles, hasta siempre.
Que los Reyes Magos de Oriente, esta noche sean mas equilibrados que nunca y traigan pocas cosas a los que tienen muchas y muchas a los que tienen pocas. Y que los que tengan dudas de su existencia comprueben finalmente que si que vienen cada año como debe de ser. Bsss. ¡Y feliz noche de Reyes!
ResponderEliminarOOOOHHHHHH, tierno y navideño. Éste se lo leeré a mis hijas....Yo estas navidades tb me hubiese largado con el T-dog en algún momento de compromiso familiar ja, ja
ResponderEliminar¡Oh, princesa, mi princesa!
ResponderEliminarPerdonad la tardanza en arreglar el escrito e ilustrarlo. Espero que os parezca bien.
Los soldaditos de plomo son como su propio nombre indica... un plomo, siempre contando batallitas. T-Dog si que mola, lo siguiente es contar sus aventuras por el mundo.
¡Buena sugerencia! Me lo pienso e igual lo hago . Deliciosas las fotos ¡Gracias!
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