Ayer recogí en la biblioteca el último libro que nos han propuesto para el taller de lectura del próximo martes. Estuve a punto de no llevarmelo por las malas vibraciones que me transmitió (Una portada fea y un resumen en la contraportada muy poco apetecible). Me lo llevé finalmente por curiosidad y porque sólo eran 125 pags.
Me lo he leído del tirón, muy entretenido y ágil.El protagonista y narrador es un octogenario con bastante mala leche, sabio y lúcido. Creo que merece la pena leerlo, no es habitual ver el mundo desde la posición de un anciano.
El autor es Kjell Askidsen, noruego nacido en 1929. Por lo que he visto, lo poco publicado en España de él es de la editorial Lengua de trapo.
Aqui mi pequeña contribución para que Zarigüeya deje de oler a muerto y vuelva a estar fresca y lozana
ResponderEliminarMuy bien Ingrid. Tienes razón con lo de la portada, joder, qué fea. Supongo que a veces los editores buscan precisamente eso, provocar al lector con cosas así. Pero veo que has trasnechado con él, eso es que merece la pena... Lamento no poder participar en el club de lectura, tiene que ser interesante analizar un libro entre un grupo heterogéneo de gente.
ResponderEliminarSaludos a Jose y a Ingrid, y larga vida a Zarigüeya y a los Zarigüeyos. He leído la novela o libro de cuentos en dos días, y a mí, Thomas, no me cae tan mal. La portada es pasable, pero creo que es de un campo de concentración (de Auswich, seguro); pero creo que la portada muestra desazón (¿la de Thomas?), pero he visto que el autor sabe lo que quiere comunicar, y lo hace muy bien. De hecho, Carlos me ha aconsejado leer, también, Los Perros de Tesalónica del mismo autor, y tema parecido, pero de diferente estructura y personajes.
ResponderEliminarUn abrazo a todos.
También me lo apunto y los perros de Tesalónica también. Como voy a estar diez diitas tirada al sol pues me voy a poner las botas a leer
ResponderEliminarMás besos