Todo el mundo sabía que era una mujer bala, pero lo que nadie se imaginaba es que esa bala era de espuma. La gente la seguía con los ojos cuando pasaba. Mírala, pero si va como una bala ¿dónde irá? ¡tan pintada y con esos tacones! Nada bueno irá a hacer, alguien estará esperándola, ¡es una bala perdida! Corría para llegar, pero su destino era desconocido para ella; corría, corría, corría, cuando creía haber llegado, se tiraba en el suelo mirando las estrellas: ja ja … los he vuelo a engañar, soy la mujer bala.
Febrero 2011 (estilo indirecto libre)
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