17 jun 2010

45 no lo sabe, pero se va a llevar un susto...¡catatónico!

45 permanecía consultado casos atrasados en el ordenador de su despacho. El viento silbaba una balada por la ventana, un silbido a lo Ennio Morricone, un silbido español. Su concentración estaba tan bien compactada, que el silbido no le tosía. El detective siguió a lo suyo, aporreando las teclas del portátil, hasta que la puerta se abrió de golpe, y una piedra atravesó la ventana, con un ruido seco, estropajoso, como de lija. La puerta dejó entrar a una figura a contraluz y a prosombra, hasta que la figura se acercó a 45:
-Buenaaaas Taaaaaardes.
45, demasiado acostumbrado a este tipo de visitas, pero que esta se presentaba como nueva, apoyó su palma en el pelxo solar, mientras respiraba con dificultad.
-Pero, bueno-replicó el detective- Llame primero.
-Quería darle un susto catatónico-dijo la figura-No se olvide de las Tres Visitas.
-Pues lo ha conseguido-resopló 45.
-Adiooooooooós
-Caramba con los fantasmas.
Y 45 llamó a urgencias.

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