4 jun 2010

REENCUENTRO

Amanece, la calle está desierta, están regando la calzada y las aceras; suenan los cierres de los bares más madrugadores, hacia donde algunos borrachos intentan acercarse. Juan y Magdalena, lloran abrazados, sentados en un banco, frente al cine Capitol. No saben cómo han llegado a la Gran Vía. Se encontraron la noche anterior en el tren que los traía a Madrid, pero no recuerdan dónde está su equipaje y por qué están sentados allí. Desde el cine, Alguien con ojos compasivos, les observa.

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