Al principio, cuando llegué, nunca discutían.
Anteponían nuestra relación a cualquier otra cosa.
Al poco tiempo, me convertí en el rey de la casa.
Al regresar del trabajo les gustaba dormitar un rato y yo me acurrucaba entre ellos.
Ahora pasan días enteros sin mirarse a los ojos y el sofá es solo para mí.
Ayer, ni aparecí por la cocina mientras se chillaban.
A lo lejos les oí hablar de un lugar llamado El Refugio.
Al parecer se trata de un hotelito con encanto.
A ver si cambiando de aires todo vuelve a ser como antes.
!!!!Pobre perrito!!!! Lo que le espera.
ResponderEliminarun abrazo
Asun
Igual estará mejor allí, al menos hablará con otros perros...
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