12 may 2011

No se repite, pero tampoco provoca indigestión

Esta novela estoy a punto de finalizar la lectura. Pertenece a Rodrigo Fresán, autor, también, de Jardines de Kensington y Vidas de santos. Excepto el del medio, me he leído las Vidas... y me queda poco para terminar Mantra. Esta novela se divide en tres partes. La primera es la evocación de Martín Mantra, un friki extraño, con una familia aún más extraña, estrambótica y con parientes desiguales. Aquí, el chaval que empieza a recordar al personaje de toda la trama, en realidad es un enfermo terminal de cáncer, con un tumor cerebral, y recuerda al único amigo que tuvo en el colegio. La segunda parte, es el mismo personaje, pero son cartas que escribe, ya muerto, a su mujer, familiar, se cree, o prima de Martín Mantra. Es una lectura sorprendente, con millones de registros, en donde se confunden realidades. Y la tercera es en un futuro apocalíptico en un futuro México, conocido como Nuevo Tenochtitlán del temblor: un hijo mecánico busca a Mantrax, su padre. Pero, en la colección a que pertenece esta novela, Año 0, en realidad es una excusa para escribir sobre ciudades. En este caso, la Ciudad de México, con sus asesinatos, crímenes, amores, luchadores de Pancracio, y las máscaras y la muerte. Si se toma de la manera festiva, que así lo hace el autor, es una novela para leerla en verano.


Signatura: N FRE man.

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