21 may 2011

Marcos se separa

_ ¡Joder Marcos! ¿Quieres dejar de moverte? ¡Ni que tuvieras el baile San Vito, coño!
_ Es que... Estoy un poco nervioso, bueno bastante, no sé que hacer y quería...
_ Vale, vale, aquí está tu confesor, pero ¡Por Dios! ¡Cámbiate de sitio! Justo el aire viene en mi dirección y me estoy tragando el humo de tu asqueroso cigarro yo solito ¡Será posible! ¿Cómo es que has vuelto a fumar?
_ Pues de eso es de lo que quería hablarte ¿Te acuerdas lo que me costó dejarlo? Pues he vuelto y... ¿Sabes porqué?
_ Porque eres un estúpido, un autentico cretino, no sé cómo te aguanta tu mujer, una santa, a buenas horas yo...
_ Pues precisamente de eso quería hablarte...
_ Anda , calla, Lo que tienes que hacer es ir al psicólogo.
_ No, sí ya estoy yendo y...
_ Y nada ¿No? ¡Pues hínchate a caramelos, es lo que hago yo, estando chupa que chupa acabas perdiendo el puto deseo. ¿Entiendes?
_ No, si el deseo ya lo tengo perdido, veo a mi mujer y...
_ ¡Pero que coño tiene que ver tu mujer con esto! Entonces, si no tienes el deseo ¿Para que fumas? Con lo mal que te sienta. ¡Si no hay más que verte! Nervioso perdido.
_ Claro Alberto, es que te quería contar una cosa ¡Pero no me dejas!
_ Chico perdona, pero es que te enrollas de un modo acojonante. ¡Oye! ¿Te has dado cuenta de la herida que tienes en la barbilla? ¡Que desastre eres! Seguro que te la has hecho con la navaja de afeitar. ¿Pero es que nunca vas a dejar de afeitarte como tu bisabuelo? A ver, ¿Para que coño están las máquinas de afeitar? ¿Para que coño estamos en el siglo que estamos?
_ No, si lo de la barbilla no fue al afeitarme. Es lo que te quiero decir. Resulta que mi mujer el otro día...
_ Perdona Marcos, no te estaba prestando atención, es que tengo una cita muy importante con dos tetas, que te cagas, y se me está acabando el tiempo, me voy a tener que ir. Pero eso, que te compres una máquina de afeitar, que vas hecho un Cristo ¡Ni que te hubieras peleado con tu mujer! Escucha, ahora mismo hay unas ofertas en el Hipercor tremendas. Te llevas una máquina de afeitar último modelo y te regalan un tiesto y unas tijeras de podar. Es la oferta de la semana. Le regalas el tiesto a tu mujer y quedas como Dios. Que suerte tienes bandido. Vida de casado organizada; camisas planchadas, comida esperándote cada día. Y una mujercita que te quiere. ¡Cuánto te envidio! En cambio yo, ya me ves, siempre de caza, y no creas que todos los días caen piezas como la de hoy. Dale un par de achuchones a Marta de mi parte, y de la tuya ¡lo que sea bandido! No te olvides del tiesto, la oferta es solo estos días.
_ Si, lo que faltaba, darle mas proyectiles a mi mujer. pero lo que yo quería decirte...
_ Perdona chico, no puedo esperar más. Quedamos otro día y ya me cuentas ¿Pagas tú, no?
_ Alberto, no, no te vayas... Alberto, Alberto...

3 comentarios:

  1. ¿Hay algo de ironía en este cuento?. El debate está abierto. ¡Disparar ideas o criticas! , todo es licito. ¡Arriba Zarigueya!

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  2. Hola al mundo Zarigüeyo.
    Desde la ventana, con una preciosa vista del peñón de Ifach, os envío un saludo sin ánimo de daros envidia ni nada de eso.
    Marisita querida. Tu escrito es, como casi todos los tuyos, mordad, pero yo no lo encuentro irónico. La ironía, según la RAE, es dar a entender lo contrario de lo que se dice y el gilipollas del amigo de este pobre chico no le engaña, le suelta lo que piensa sinceramente, le importa un carajo lo que le pasa.
    Que cambie de círculo de amistades y busque alguien que le sepa escuchar. Hay mucho fanfarrón, hablador, que debería escuchar más y largar menos.
    Pero después de esta fanfarronada que he soltado, solo decirte que vuelvas a intentarlo. Tu eres capaz de escribir algo que de a entender lo contrario de lo que se dice, estoy segura, y además que sea gracioso.
    Muac muac (mirando al mar...)

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  3. Marisa, creo que me equivoqué al juzgar tu relato. Leído en el Taller, se ven más cosas, y se aclaran ciertos conceptos. Creo que, por el esfuerzo, ha merecido la pena.

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