23 may 2010

Fruta prohibida


¡Imbéciles! ¡Se creen que no me he dado cuenta!

Andrés ha cogido una manzana que ha guardado en su bolsillo y Gloria una naranja.

¡Algo traman! Se han pasado el día cuchicheando.

Desde mi ventana les he visto dirigirse al jardín.

Les he seguido y les he espiado.

En el banco de piedra, cobijados por la luna llena, compartían sus frutas.

¡Esto no puede ser!

En la residencia hay normas y con ochenta años uno debe saber comportarse.

¡Además! Yo ya estaba cuando él llegó. ¿Por qué no se fijó en mí?

Mañana voy a contárselo al director.

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