14 may 2010

SIDA

La mujer que va a morir se llama Hortensia y se esta marchitando.
Labios agrietados, piel reseca , ojos cansados a los que apenas el espeso rimel consigue reavivar...
Pasos torpes sobre altísimos tacones, breve falda...casi un cinturón. Y mas arriba ...nada, solo el bolso, colgado sobre el hombro desnudo, meciéndose al ritmo del cuerpo de la mujer. Unos pasos arriba, otros tantos abajo. Ella sonríe a través del profuso maquillaje que oculta sus rasgos de niña adulta, y afronta con desgana la interminable línea de coches que van buscando mercancía.
Mientras ;la luna compitiendo con multitud de faros se asoma tímida y asustada entre los árboles, donde unos y otras venden lo único que tienen.
La mujer que va a morir ,no es ni joven ni vieja, no es de aquí ni de allí, no tiene papeles ni pasaporte, solo tiene su cuerpo y con el, trabaja sin descanso para pagar la deuda contraída con sus compatriotas. Aquellos que la trajeron engañada a un país lleno de oportunidades...Y en este empeño se le va la vida vendiendo cada noche la muerte que lleva dentro. La mujer que va a morir no sabe que va a morir...

3 comentarios:

  1. Contesto a anónimo que sé está ahí ,agazapado, controlando cada nueva entrada,mirando como va creciendo este blog fruto de los amores de dos personas (mis profe).Pues eso ,que aquí teneís otro relato para criticar o ensalzar...

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  2. ¡Guauuuuuuuu! Que fuerte.
    Lo dicho... te vas a convertir en una profesional.
    Enhorabuena.
    Un besazo

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  3. Marisa, te vas superando día a día y semana a semana. Este microrrelato me ha llegado. Continúa así.

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